Lesmes Iglesias participa en un documental de Miguel Ángel Tobías sobre una navegación por el Atlántico

Lesmes Iglesias participa en un documental de Miguel Ángel Tobías sobre una navegación por el Atlántico
El director Miguel Ángel Tobías y el fotógrafo Lesmes Iglesias ya trabajaron juntos en la serie “El camino interior” | Cedida

Lesmes Iglesias participará en la grabación de un documental dirigido y producido por Miguel Ángel Tobías, al que muchos recordarán por ser el creador de “Españoles por el mundo” y de “El camino interior”, en el que también trabajó el fotógrafo ribeirense, así como en otros proyectos, y ahora lo hará en “Atlántico: navegantes del alma”. En este caso, se trata de una travesía con un total de 11 personas que no se conocían entre ellas en el velero “Costa Norte”, de 22 metros de eslora, que partirá el próximo miércoles, día 10 de enero, desde Lanzarote y que, en un primer tramo de navegación de entrenamiento -salvo los capitanes, el resto de tripulantes nunca navegó- de 955 millas náuticas llegará a Cabo Verde y que, luego, zarpará en dirección a la isla caribeña de Martinica, a donde esperan llegar en tres semanas, después de recorrer 2.100 millas náuticas, si no se producen contratiempos y les respetan las condiciones meteorológicas.


Lesmes indicó que no puede desvelar demasiados detalles sobre el proyecto, pero indicó que hoy partirá hacia Lanzarote para luego embarcar en el referido velero junto a otras diez personas más para cruzar el Atlántico para realizar “o camiño que fixo Colón”, precisando que “é un entorno complicado, non é hostil, pero téñolle respeto e é para sacar adiante un traballo que non é só de documentar o que vai pasando, senón que hai que facelo cunha estética moi concreta. É moi complicado cando se trata dun documental, que vai todo nunha mesma toma, a diferencia de cando é ficción que podemos planificar certas cousas”.

 
El fotógrafo ribeirense manifestó que espera que todo salga bien “e estar á altura do traballo, que me preocupa máis de facelo ben que o feito de ir nun veleiro”, pues recordó que ya hizo otro trabajo en un barco, como fue “Navega o Camiño”, de La Rochelle a Santiago de Compostela, en el que “houbo unha xornada na que estivo moi mal tempo e paseino mal ao marearme, pois non é o mesmo navegar simplemente que facelo mirando pola cámara constantemente”. De este trabajo con Tobías indicó que no tiene dudas de que será un “traballo documental espectacular relacionado co social, seguro que vai a ser interesante. O formato xa o temos na cabeza e temos claro como vai ser a peza antes da grabación”.

 

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Sueño y desafío 
Para Miguel Ángel Tobías, cruzar el Atlántico a vela con un grupo de personas “desconocidas” es un “sueño” que resuena en su interior desde hace dos décadas y ahora lo afronta como un desafío. Para los que conocen la serie “El camino interior”, en el que el director recorre en 16 etapas el Camino de Santiago desde León a Santiago de Compostela y Fisterra acompañado por personas que se dedican a ayudas a otras a transformar sus vidas, no se trata de una secuela, “pero tiene una continuidad conceptual desde el punto de vista humano, por el hecho de haber reunido a 11 personas, incluyéndome a mi, que no nos conocíamos hace tres meses, con excepción de Lesmes por los trabajos anteriores que hicimos juntos”, precisó.


El director y productor de “Atlántico: navegantes del alma” declaró que respecto a los tripulantes ni tan siquiera ha hecho un ejercicio de selección, aunque ha sido él quien ha ido hablando con todos ellos. “Lo que me planteé con este proyecto fue que se subieran al barco las personas que el universo decidiera”. Tobías añadió que cuando lo planificó a finales de septiembre pasado “sentí que quería hacerlo como experiencia personal y que lo que quería era llenar el barco de personas que sintieran que, en este momento de sus vidas, atravesar al Atlántico era su proyecto vital”. Insiste en que todos eran desconocidos para él, cuando lo fácil hubiera sido plantearlo con personas que conociera. “Pero, sentía que quería hacer un ejercicio antropológico, psicológico y sociológico de lo que implica que 11 seres humanos que no se conocen se suban en un barco para vivir la experiencia de atravesar el segundo océano más grande en un viaje que cambiará sus vidas para siempre”, puntualizó.


Ruptura transgeneracional 
Miguel Ángel Tobías explica en relación a la edad de los tripulantes -el más joven es el estudiante Ian Escalante de 17 años y el mayor es el jubilado Juanjo Azcárate, de 80 años- indicó que para él siempre ha sido muy importante la idea de romper todo transgeneracionalmente, “por que creo que vivimos en una sociedad en la que catalogamos a las personas en función de su franja de edad, y eso me parece completamente alienante”. En este sentido, sostiene que con este proyecto quiere demostrar que no por tener una edad ya no se vale, sino que “todos cabemos”, precisando que “el barco es una metáfora de la vida, en el que cabemos todos.

 

 Los roles de cada uno son diferentes, pero todos somos necesarios para llegar a buen puerto, con la colaboración efectiva de las once personas que nos vamos a embarcar”. Tobías también dijo que, aunque no se trata de algo que buscaba para este proyecto, se da la circunstancia de que entre los 11 tripulantes hay gente de diferentes partes: Galicia, País Vasco, Canarias, Madrid, Málaga “con experiencias vitales muy diferentes en cada uno de nosotros, con trayectorias personales y profesionales distintas.

 

“Detrás de cada uno hay una historia personal”

“Cuando les planteé si su corazón les decía que querían participar en esto fue después de ser consciente en la primera y única conversación con ellos, de que detrás de cada uno de ellos hubiese una historia personal. De tal manera que uno de los capitanes es ingeniero informático que tras la muerte de su hermano hace cinco años fue cuando empezó a navegar de forma profesional, porque dice que es ahí donde encuentra la conexión con él y siente paz. Otro de los capitanes fue monje budista durante siete años, pero también hay emprendedores, empresarios...”, manifestó Tobías. 
La idea que tiene el director es que los once sean protagonistas, y todos van a hacer de todo en el velero, ya sea navegar, hacer guardias o lo que sea. “Va a ser un ejercicio de convivencia, de introspección y de reflexión sobre el ser humano, sobre la vida y el sentido de la vida. Esto te lo da el hecho de estar encerrado entre 5 y 4 semanas en un barco sin poder salir”, subrayó Tobías, quien precisó que lo va a filmar todo, incluyendo la travesía inicial de aprendizaje desde Lanzarote a Cabo Verde, en donde harán acopio de alimentos, principalmente perecederos, como frutas y verduras.

 

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“Me gusta hacer proyectos que ayuden a la gente a cambiar sus vidas en positivo”

Miguel Ángel Tobías está convencido de que, según vayan transcurriendo los días de expedición a bordo del velero “Costa Norte”, los once aventureros “forjarán conexiones profundas y duraderas”, y trasformarán la travesía en una experiencia de amistad y autodescubrimiento, “demostrando que los viajes más significativos son los que emprendemos hacia nuestro interior”. Por ello, el director indica que “Atlántico: navegantes del alma” es “un retrato conmovedor de la capacidad del ser humano por conectarse, sanar y crecer, incluso en mitad del océano”.
La decisión de Tobías de haberse convertido en productor de los trabajos que hace se debe a que “me quise sentir libre para crear este y otros proyectos, por lo que primero produzco y luego lo vendo. Hago lo que siento, lo que me dice el corazón, lo que tengo que hacer y una vez que el proyecto está terminado ya nadie puede opinar para cambiarlo”. También dijo que proyecto como el que está emprendiendo ahora tienen un componente social muy fuerte, precisando que “me gusta hacer proyectos que ayuden a la gente a cambiar sus vidas en positivo, que ayuden a este mundo que nos ha tocado vivir, lleno de necesidades y de dramas”.

Lesmes Iglesias participa en un documental de Miguel Ángel Tobías sobre una navegación por el Atlántico

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