Mariscadores de Aguiño recogen en su rastro un trozo de una vasija de 300 a 500 años de antigüedad

Fernando Abraldes, que faenaba en Sálvora a mediados de junio, junto con Julio Lampón y Álvaro Calo, avisó al director del Museo Municipal de Ribeira, Miguel Ángel Vidal, y se la entregó la pieza para su investigación y datación
Mariscadores de Aguiño recogen en su rastro un trozo de una vasija de 300 a 500 años de antigüedad
Dos de los mariscadores, el patrón mayor y el director del museo mostraron la pieza | Chechu Río

Tres mariscadores pertenecientes a la Cofradía de Pescadores de Carreira y Aguiño Fernando Abraldes, Julio Lampón y Álvaro Calo, recogieron a mediados de junio pasado en el rastro con el que extraían almeja babosa en la playa de Safra, en la isla de Sálvora, un trozo de una vasija de barro que podría tener una antigüedad entre 300 y 500 años. El primero de ellos relató cómo la descubrieron al recoger el aparejo de pesca “que veu cunha copada de area e unhas ameixas enriba e ao lavar o rastro vin o que me parecía unha especie de tella avermellada e boteille a man para virala e vin que tiña unha asa, e pensei que podía tratarse dun ‘botijo’, xarrón, ‘vasija’ ou semellante”.


Era media mañana del 16 de junio y, tras guardar esa pieza, él y sus compañeros siguieron trabajando hasta completar el tope de capturas. Al llegar a tierra, llevó las almejas a la lonja para subastar, guardó la lancha en su galpón “e, coa mesma, mandeille unha foto ao director do Museo Municipal de Ribeira, que me chamou de volta e xa me dixo que se trataba dunha ‘vajilla’”. Por la tarde se la llevó al museo, y le confirmó su primera apreciación. Hace dos semanas, tras contactar con historiadores y otros investigadores, le dijo que estaban ante una pieza que podría ser entre los siglos XVI y XVIII. 

 

“Eu quedei en shock, púxenme moi contento, porque ese anaco de cerámica de barro é parte da nosa historia. Andamos a ameixa todo o ano e podemos atopar un reloxo, un guante, unha botella..., pero unha cousa así non se atopa todos os días”, manifestó Fernando Abraldes. A la espera de lo que decida la Dirección Xeral de Patrimonio sobre la pieza, este mariscador aguiñense expresó su deseo de que se exponga en la sede de su pósito, lo que agradeció el patrón mayor, José Antonio Santamaría, al tratarse de algo que describió con "unha xoia".


El director del Museo Municipal de Ribeira, Miguel Ángel Vidal, precisó que esa vasijas de cerámica, hechas de barro, de tipología globular, de 40 centímetros de alto por 30 de ancho, con una boca estrecha y dos asas, tipo anforeta, se fabricaron entre los siglos XVI y XVIII, y que, al igual que los toneles eran usados para llevar agua, vino u otros líquidos, sobre todo, en las embarcaciones. “Trátase dun anaco dos cacharros desa época e, seguramente, pertenceu a algunha embarcación, aínda que non sabemos se lle rompeu no propio barco e tiraron con ela, pero tampouco descartamos que poda se dun naufraxio”, declaró Vidal. 

 

El director del museo ribeirense dijo que tras comunicarle Fernando el hallazgo, ahora van a ponerlo en conocimiento de la Dirección Xeral de Patrimonio, competente en la materia, para que decida lo que se hace con la pieza, "se a podemos ter no museo ou ben noutro lugar como a confraría, como propón Fernando, ou depositala na institución onde estime convinte".

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