Hacía aproximadamente una década que la imagen de la Virgen del Carmen no salía en procesión marítima en Castiñeiras. Así, cada año que el desfile por tierra llegaba al muelle acababa dando la vuelta de regreso al templo del Bo Pastor, una vez que se hacía una ofrenda por la gente del mar fallecida arrojando una corona de laurel desde una pequeña embarcación. Pero, ayer fue una jornada muy especial ya que, tras numerosas peticiones, volvió a surcar las aguas de la ría arousana y lo hizo, por gentileza de la Concellería do Mar, a bordo de un catamarán con 120 pasajeros, algo que sucedió por primera vez en la historia local.
El recorrido por parte de la ria arousana les llevó hasta enfrente del muelle de A Ameixida, donde se arrojó al agua una corona de laurel como ofrenda a los fallecidos en el mar, mientras se lanzaron varias bombas de palenque, como ya había sucedido a la salida del puerto de Castiñeiras y también a la llegada. Previamente,
al acto central de la jornada, tuvo lugar el lanzamiento de las tradicionales bombas de palenque, seguidas de las alboradas a cargo del grupo de gaitas Os Salgueiriños. Acto seguido, el párroco Ricardo Villaverde ofició una misa, que estuvo amenizada por el coro Bon Pastor y el grupo de gaitas Os Salgueiriños, de Noia, en la que se realizó una primera ofrenda floral por los fallecidos en el mar y como colofón se interpretó una emotiva “Salve Marinera” por parte de los numerosas asistentes.
Para viajar en el catamarán con la imagen de la patrona de la gente de mar era necesario obtener alguno de los tickets que se empezaron a repartir a la entrada de la iglesia desde media hora antes del inicio de la ceremonia religiosa. Se agotaron muy pronto, quedando sin la posibilidad de obtener el suyo muchos de los asistentes a la eucaristía, que se quejaron de que hubo bastante gente que, recurriendo a la picaresca, cogió el ticket y se marchó sin asistir a la misa, ni acompañar la procesión terrestre, pero que, al llegar al puerto la imagen de la Virgen del Carmen, ya estaban subidos y sentados en el catamarán, para enfado de los muchos que se quedaron en tierra.
Ello provocó que el grupo de gaitas Os Salgueiriños, de Noia, no pudiera subir a la embarcación de pasaje en la que se portaba la imagen de la patrona de la gente del mar. Sin embargo, finalmente se les pudo buscar acomodo en un barco más pesqueño que acompañó la procesión marítima, para que pudieran interpretar varias piezas populares mientras hacían el recorrido por parte de la ría y el himno gallego durante la ofrenda floral en el mar. Lop ocurrido con los tickets y, consecuentemente, con la gran cantidad de personas que, pese a ir a la misa, se quedaron si poder subir y viajar en el catamarán, se lo recriminaron a algún concejal, del equipo de gobierno municipal, al que reclamaron que en 2026 los tickets se entreguen a la salida de la misa y que se flete o contrate un segundo catamarán.