Las 300.000 veces que Marcos enseñó a cocinar

Las 300.000 veces que Marcos enseñó a cocinar
El cocinero cambadés Marcos Serén está detrás del canal “Chef Mspín"

El chef cambadés Marcos Serén creó hace tres años un canal de Youtube, como quien dice, por hacer el chiste y ahí quedó, olvidado, con apenas un par de vídeos rápidos de un minuto. Pero con el confinamiento y la avidez de la población por ocupar las horas de encierro, las visitas se dispararon de repente. De hecho, si en los supermercados se acabó la levadura fue a causa de recetas como la suya del bizcocho de limón casero. Es más, a día de hoy, sigue siendo lo más visto (194.000 visualizaciones). Esto, sumado a que estaba parado por el cierre de la hostelería, le llevó a ponerse más en serio y “Chef Mspín” está subiendo como la espuma, hasta el punto de que en el último año ha tenido más de 300.000 visualizaciones y hace unos días llegaba a los 5.000 suscriptores. 


El joven cambadés, que trabaja de segundo jefe de cocina en un gran hotel de Gijón, cree que su secreto está en la sencillez. “La gente no busca recetas de Estrella Michelín, quiere cosas fáciles, que puedan comer todos en casa y, de hecho, en las búsquedas, la palabra clave es ‘fácil’. Quien te ve no sabe cocinar o no tiene tiempo o se acaba de independizar y quiere hacer ese guiso que le hacía su madre”, cuenta. Para ello simplifica en lo posible y lo hace accesible a todo el mundo, incluso omitiendo pasos complicados porque su pretensión no es examinar a nadie, solo compartir su pasión. Por ejemplo, para la tarta de manzana hasta ofrece la posibilidad de comprar la masa, pero si quieres ir más allá, en otro vídeo te dice cómo elaborarla.



Tradición con un toque


Son recetas tradicionales en su mayoría, de esas “que hacen las madres y las abuelas”, de las que tanto aprendió él antes de profesionalizarse en el Carlos Oroza y luego en los fogones de O Bo Paladar, en Cambados, el Parador de la villa, el de Gijón... donde ha ido creciendo. Eso sí, siempre con su toque personal y tratando de llevarlo a su Galicia y a su tierra de adopción, Asturias, donde ya lleva una década.


A un chef con su currículum y ambición –llegó a competir a nivel nacional por la mejor tapa de Paradores en Madrid Fusión– podría costarle simplificar, pero responde que “sencillamente es ponerse del lado del que no sabe”. Seguramente esta sea la otra clave de su éxito, ese que incluso le abruma un poco: “Hay veces que a la hora veo que hay 17.000 visualizaciones y pienso, ¡pero si es como si me estuviera viendo todo mi pueblo!”. Esa villa que siempre lleva en el corazón.



Patrocinadores


Con esas cifras ya ha conseguido algo por lo que suspira cualquier “youtuber”: patrocinadores y un beneficio económico. Indica que es pequeño y tampoco aspira a más porque no sueña con ser el nuevo Arguiñano: “No me veo haciendo un programa de televisión o publicando un libro, estoy contento con esto, al final queda ahí un legado de recetas”. Con todo, ha creado un blog para facilitar el acceso a los menos duchos en el manejo de la famosa plataforma, aunque siempre está abierto a las consultas.


También cuenta que le gustaría compartir toda esa publicidad que está obteniendo con la “gente que me ha ayudado a crecer profesionalmente”, así que ya está pensando en una colaboración con O Bo Paladar y también en algo especial para agradecer la fidelidad de sus suscriptores, entre los que hay internacionales. Después de España, México es el segundo país.


El chef que empezó con una cocinita regalada por su padre tras una operación infantil, nunca pensó en semejante salto y menos ante eso tan redicho de que la gente cada vez cocina menos. Es más, es de la opinión de que “la pandemia y el confinamiento han cambiado eso”. Quizás la prueba sea que las estadísticas de su canal no dejan de crecer. 


Con este compromiso cumple con, por lo menos, dos recetas semanales. Hasta cuando viaja –su otra pasión– ha compartido algunas de sus experiencias. Lo que tiene claro es que no caerá en la tentación de ponerse estupendo: “Quiero que la gente pueda hacer ese tipo de platos que te hace tu madre en casa”.

Las 300.000 veces que Marcos enseñó a cocinar

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