La Sección Cuarta de la Audiencia de Provincial de Pontevedra condena a un año, tres meses y un día de prisión a un guardia civil de Sanxenxo por robar sustancias estupefacientes bajo custodia y alterar el libro de registro de dichos narcóticos. Además, el guardia deberá hacer frente a una cuota diaria de tres euros durante el mismo periodo.

También, será suspendido de empleo en cargos públicos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado por un plazo de dos años, tres meses y un día, y podrá optar a la supresión de la ejecución de la pena de prisión por el plazo de dos años con la condición de no cometer ningún acto delictivo durante el periodo estimado. 

La sentencia de la Audiencia Provinicial de Pontevedra es firme y ante ella no cabe presentar recurso alguno.

Los hechos

El agente fue destinado al Puesto Principal de la Guardia Civil de Sanxenxo en enero de 2020, donde estaba integrado en el Área de Prevención de la Delicuencia y en el Servicio de Puertas, teniendo total acceso al despacho del jefe de dicha área y, como cualquier otro oficial del Servicio de Puertas, era responsable de la custodia de todos los equipos, armamentos, materiales y documentos que se almacenan en la unidad.

Dentro del despacho del jefe del Área de Prevención de Delincuencia, se ubica una caja metálica en la que se depositan provisionalmente las drogas intervenidas y se anota la persona a la que se le incautaron las sustancias, la cantidad de las mismas y su apariencia. 

Asimismo, en la misma oficina se encuentra también el libro de Registro de Sustancias Intervenidas, a través del cual se realiza un seguimiento de las drogas, volcando la misma información que se apunta en los sobres.

De esta forma, durante los meses de octubre y noviembre de 2021, aprovechando los momentos en los que se encontraba solo en Servicio de Puertas y los trámites administrativos para el correcto registro de las operaciones de intervención de sustancias, el guardia civil acusado consiguió apoderarse de pequeñas cantidades de marihuana, hachís y cocaína.

En total, se registraron hasta seis ocasiones en las que el agente de seguridad accedió a las sustancias estupefacientes custodiadas y, para encubrir mejor sus actos, llegó a alterar y extraviar la información de los sobres y el libro de registro, almacenando algunos documentos en su vivienda. Además, en ocasiones también cambió el contenido de las drogas por adulterantes. 

Según señala la sentencia de la Audiencia Provincial de Pontevedra, durante la “ejecución de dicho plan, el acusado actuó con la finalidad de perturbar el correcto y normal funcionamiento de la Administración Pública (Guardia Civil), así como perjudicar la seguridad del tráfico jurídico, de un modo prolongado en el tiempo y faltando a las obligaciones de sus cargo”.