Joaquín Martínez Silva, Kin: “El artista que se cotiza más de lo que vale va a tener una carrera muy corta en la industria”

Joaquín Martínez Silva, Kin: “El artista que se cotiza más de lo que vale va a tener una carrera muy corta en la industria”
Joaquín Martínez Silva, “Kin”, fundador de Esmerarte, empresa puntera en la industria musical | Gonzalo Salgado

En las entrañas de la industria musical hay personas que se encargan de engrasar la maquinaria que hace funcionar a los artistas y alimentan la pasión de los fans. Joaquín Martínez Silva, Kin, es una de ellas. A través de Esmerarte, empresa de la que es fundador, se ha consolidado en el sector como un referente en la representación de grupos o la organización de festivales como el Portamérica, entre otros, símbolo de éxito, que ofrece algo más que música a los asistentes partiendo de la base de que “la cultura es un bien esencial”.
Contactó con la música en los estertores del pasado siglo a través de Ruta Kente, de la que formaban parte los pubs de Caldas de Reis, y organizando un concierto en el campo de fútbol con las experiencias adquiridas en el “Rañolas”, añorado por muchos. Desde entonces, su evolución ha sido constante hasta el punto de que ya ha cruzado el Atlántico donde desarrolla diferentes proyectos en México y otros países.
Pocos pueden presumir de convertir una afición en su modo de vida y Kin, cuya formación es la de técnico de riesgos laborales, no pensó en un principio que podría llegar a liderar una firma que manejase artistas de primer nivel y festivales multitudinarios.
Cualquier aficionado a la música sabe que el Náutico de San Vicente es un escaparate para los grupos que quieren hacerse un hueco en este mundo tan competitivo y exigente y fue en sus conciertos donde dio un paso más hacia la representación y la producción, de forma que “poco a poco fui introduciéndome en la industria musical” hasta que organizó su primer Cultura Quente, también en Caldas de Reis, y a partir del tercer año “me involucré de lleno y fundé una productora de forma que todo esto que era un hobby se convirtió en una carrera profesional”.
Así, comenzó a desarrollar a artistas como Deluxe o Xoel López y otros, lo que le llevó a fundar Esmerarte “como una empresa en la que tienen cabida las industrias creativas, promoción turística e iniciativas solidarias”.
Sus inquietudes le llevaron a presentar un proyecto en Panamá sobre música latinoamericana, lo que  “me abrió muchas puertas” como las de la Universidad de Guadalajara, en México, y de ahí que se decidiese a montar una oficina en la capital del país azteca donde uno de sus principales activos es la Feria de la Música.
En Galicia, un referente es el festival Portamérica, que se desarrolla en Portas, su pueblo natal, lo que supone “un orgullo” añadido. Este evento tiene como eje la música, pero en el que la gastronomía juega un papel relevante con la presencia de chefs de primer nivel en cada edición. No conforme con eso, en el mismo marco del festival, creó un espacio para las ideas “en el que los emprendedores podían explicar su proyecto”. Al cabo de dos años, Zona Franca aprovecha todas esas sinergias y crea Via Vigo con capital inversor que facilitó la creación de 250 empresas en dos años.
Portamérica es un festival vivo que como tal evoluciona y se desarrolla “donde se pone en valor a las personas y la sostenibilidad medioambiental poniendo el foco entre los más jóvenes”. Joaquín Martínez cree que este segmento de la sociedad ha sufrido en primera persona todas las crisis que azotaron España a lo largo de los últimos años lo que “ha generado muchas desigualdades y una desconexión generacional a la que tenemos que darle la vuelta”.
Lejos de considerar que en Galicia hay muchos festivales durante el verano, solo en Arousa hay tres en poco más de diez kilómetros cuadrados (Portamérica, Atlantic Fest y Revenidas), Kin entiende que no hay una burbuja que corra el riesgo de explotar porque “nos distinguimos unos de otros y hemos sabido diferenciarnos”, a pesar de que algunos artistas se repitan porque “son los que hay”.
En este punto incide en que la industria musical tiene un problema grave porque no invierte en nuevos talentos, ya que las empresas “contratamos a los ya consolidados para asegurar el éxito”. Aún así, sostiene que los festivales musicales continuarán teniendo tirón si mantienen una personalidad propia. “Portamérica se desarrolla en un entorno rural y el Atlantic, por ejemplo, está más en contacto con el mar. Es otro tipo de experiencia que los hace diferentes”.
Para este promotor musical, “el territorio es fundamental en los festivales porque no se puede trasladar un modelo de éxito de un sitio a otro. Ahí sí que explotaría la burbuja”.
Organizar estos eventos no es sencillo en el aspecto económico por el caché de los artistas, que se han disparado en los últimos años obligando a las organizaciones a continuos incremento de sus presupuestos. Un productor como Kin, que gestiona las carreras de Xoel o Vetusta Morla desde hace años incide en que “hay que mantener una coherencia porque el artista que se cotiza más de lo que vale va a tener una carrera muy corta en la industria porque esto se quiebra”.
Los precios de los bonos y de las entradas de los festivales es una cuestión estrategia para Esmerarte. “Nosotros estamos al lado de la sociedad” y lo demuestra con hechos. “Los patrocinios públicos que recibimos los utilizamos para abaratar las entradas” y esto repercute “en un crecimiento del número de asistentes y de ventas”.
Joaquín Martínez, Kin, mantiene la máxima de que “la cultura es un bien esencial” y precisamente por esta razón trata de que los eventos que organiza puedan ser asequibles a la mayoría social, que en este momento “no lo está pasando demasiado bien en el aspecto económico”.
 

Joaquín Martínez Silva, Kin: “El artista que se cotiza más de lo que vale va a tener una carrera muy corta en la industria”

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