Nuevos valedores a los que se confía un legado y la misión de “facer do albariño un símbolo universal da nosa cultura e identidade”

Nuevos valedores a los que se confía un legado y la misión de “facer do albariño un símbolo universal da nosa cultura e identidade”
El Gran Mestre, Núñez Feijóo, invistió a los nuevos valedores | Gonzalo Salgado

El Capítulo Serenísimo lleva medio siglo nombrando a embajadores del albariño y todo lo que ello supone. Ayer, la larga lista añadió otros cinco nuevos valedores y el Gran Mestre, Alberto Núñez Feijóo, les lanzó una advertencia sobre lo que este juramento conlleva: “Aceptar que alá a onde vaian levarán consigo unha parte de Galicia”, confiándoles un “legado e unha misión: facer do albariño un símbolo universal da nosa cultura e identidade”. En cada copa, señaló, “hai unha historia e un gran futuro que aínda está por contar”. Y ese, precisamente, es el encargo de estas Donas y Cabaleiros, la de escribir y proyectar el futuro del albariño más allá de sus fronteras.


Una prestigiosa lista de la que ya forman parte la conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana; el presidente de FEV. Bodegas Vionta, Pedro Ferrer Noguer; María José García-Pelayo Jurado, alcaldesa de Jerez de la Frontera y presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP); la presentadora de televisión y actriz María Mera; y el bodeguero y viticultor cambadés Celestino Pintos Núñez. Todos realizaron el tradicional juramento y, tras el “agora bebe” del Gran Mestre se acabaron la copa. Todos, a excepción de Mera, lo hicieron además de un sorbo.


Así, en nombre de los nuevos distinguidos dio ayer el discurso la presidenta de la Federación España de Municipios y Provincias (FEMP) y alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo Jurado, que calificó el nombramiento como un “extraordinario honor”. Un distintivo que aceptan, señaló la andaluza, “conscientes de la responsabilidad de conlleva”: “la responsabilidad de promocionar y promover el albariño como si fuera el vino de todos, porque lo es”. En este sentido, dedicó el título de Dona y la capa que ayer portó por primera vez a “los alcaldes y alcaldesas de los más de 8.000 ayuntamientos de España”, que representa desde la FEMP. Un gesto, incidió, que lanza “un mensaje a España muy claro: el vino está por encima de las ideologías”.


Un producto —y un sector— que “forma parte de la marca España y es una de nuestras señas de identidad”, recalcó García-Pelayo, que hizo hincapié en la defensa de la “tradición que representa el vino” y apeló a la unión “frente a las amenazas” que enfrenta el sector, que vive, lamentó, “momentos convulsos e incertidumbre. Pero en torno al vino solo debe haber grandes certezas”, porque es “nuestra tierra, pasado y futuro”.


Por último, se refirió también al hermanamiento del Capítulo Serenísimo con el vino de Jerez y recalcó que “hoy el norte y el sur estamos más unidos que nunca” a través del tradicional ritual de unir ambos caldos en una botella, en la que había “aroma y un color: el oro, que es el del buen vino”, exclamó la jerezana, que concluyó su discurso con el siempre aclamado “viva Cambados y viva el albariño”.

 

Otras distinciones

En cuanto a la Folla de Prata la recibieron Francisco Miralles Jiménez (alcalde de Villacarrillo), Dilma Laranja Pontes (Cofradía Vila do Comité), David Regades (delegado del consorcio Zona Franca de Vigo), Eduardo Esteban Meruéndano (presidente de la Asociación Colón Gallego Celso García de la Riega), Javier Tourís (diputado provincial), Adelino Teixeiro (Presunto e Cebola Val Tamega e Sousa) y Justine Teixeira (Vinhos do Douro). 


Como Albariñenses de Honra lo hicieron la Ruta del Vino Rías Baixas, Cheng Shengli (presidente de la Federación de Industrias y Comercios de China en España), además de otros miembros de la delegación de un país emergente para la promoción del albariño y Juan Sagredo Cañavate (magistrado del TSXG).
Pablo Gómez González (de bodegas Valmiñor), Miguel Simón Certal (bodega As Laxes), Marta Serantes Ares (Escudeiro) y Adrián Nava Giráldez (Condes de Albarei) lo hicieron como Xóvenes Albariñenses. 

Nuevos valedores a los que se confía un legado y la misión de “facer do albariño un símbolo universal da nosa cultura e identidade”

Te puede interesar