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jueves | 2 mayo | 2024
El Pleno del Concello de Sanxenxo cumplió ayer el trámite exigido por Costas del Estado para aceptar la concesión de 121 metros cuadrados de dominio público marítimo-terrestre para construír un nuevo mirador en el Paseo de Silgar que sustituya al actual. Esta concesión se produce por 20 años prorrogables a 30, el plazo de ejecución de la obra es de seis meses y su coste asciende a 427.604 euros.
La medida salió adelante con los votos a favor del grupo de Gobierno, que ostenta la mayoría absoluta, y del concejal de SAL, mientras que PSOE, BNG y Ciudadanos optaron por la abstención.
Durante el debate, la portavoz del Partido Popular, María Deza, justificó la necesidad de la reforma del mirador de O Vicaño porque “o actual non ten ningún tipo de atractivo. O Concello quere convertelo nun elemento icónico. Forma de veleiro. Queremos que se transforme nun punto de referencia do municipio”.
En cuanto a la oposición, aunque no hubo ningún voto en contra, sus críticas se centraron en la premura para la convocatoria de este Pleno extraordinario y en la consideración de que se realizan actuaciones en la parroquia principal y no en las demás. Así, la concelleira del PSOE, Ainhoa Fervenza, acusó al alcalde, Telmo Martín, de “hacer actuaciones en un solo punto de Sanxenxo. Su eje está equivocado, porque cuando centran el esfuerzo en una sola zona, el resto queda desarbolado”.
En la misma línea se expresó Sandra Fernández, del BNG. Además, recalcó que “a solicitude a Costas parece un tema menor, pero sae o metro cadrado a 3.529 euros. Un sitio do que van saír moitas fotos, pero non é o momento idóneo para ese gasto”.
El portavoz de SAL, Yago Torres incidió en el asunto de la financiación e hizo hincapié en que “con ese case medio millón, cantas cousas se poderían facer, como mellorar a rede saneamento”. Por su parte, la representante de Ciudadanos, Vanessa Rodríguez, manifestó que “o modelo de Telmo Martín e do grupo de Goberno é poñer Sanxenxo bonito para os turistas pero os problemas de fondo seguen aí”.
En la réplica posterior, María Deza rechazó estas acusaciones y se mostró “harta de que digan que todos los esfuerzos se hacen en Sanxenxo. Puedo asegurar que casi todo se está volcando en las otras parroquias”. Un argumento que no aceptaron los demás, citando diversos ejemplos.
