El no de Costas al cambio del colector de Vilanova a Cambados agota la vía administrativa y llegará al Congreso con el PP

El no de Costas al cambio del colector de Vilanova a Cambados agota la vía administrativa y llegará al Congreso con el PP
El diputado popular, el regidor y el teniente de alcalde de Vilanova, así como ediles del PP de Cambados, ayer en As Patiñas | g. s.

El PP dio ayer un nuevo giro de tuerca a la polémica que mantiene contra Costas del Estado y contra el Gobierno central, a quienes acusan de “arbitrariedad” por la negativa a renovar el colector litoral de saneamiento entre Vilanova y Cambados. Además de una crítica voraz contra las formaciones de izquierda y colectivos como las mariscadoras de Vilanova o la Plataforma en Defensa da Ría de Arousa (PDRA), la comparecencia de los populares ayer junto al colector de As Patiñas dejó dos novedades.


La primera, de acción política: El PP, a través de su diputado por Pontevedra Juan Constenla, presentará en cuestión de una semana una pregunta al Congreso para tratar de obtener respuesta sobre la posición del Gobierno sobre esta negativa y el vertido que sufrió la zona hace unos días. La segunda, que no habría actualmente ningún recurso administrativo sobre la mesa contra la negativa de Costas. Aunque el alcalde de Cambados, Samuel Lago, indicó esta semana que esperaban una resolución de un recurso de Augas de Galicia contra la decisión de Costas, su homólogo vilanovés afirmó ayer a preguntas que aquel recurso, aunque apoyado en su redacción por técnicos de Augas, lo presentó de facto el Ayuntamiento de Vilanova y, además, ya tuvo resolución: Fue desestimado.


Preguntada Augas de Galicia sobre este particular, el organismo autonómico se remite a lo anunciado este martes por la conselleira Ethel Vázquez y al propio Concello de Vilanova, por ser la administración que se dirigió en su momento a Costas por este asunto.


Así pues, Durán confirmó que no hay actualmente vía administrativa abierta contra la decisión de la entidad estatal y que solo quedaría ya la posibilidad del recurso contencioso-administrativo. Con todo, la vía judicial no convence al vilanovés, por cuanto teme que se eternice: “Se iría a diez años y es lo que quieren”, opinó.


Por ello, considera que solo queda la posibilidad de una “solución política” que, en su opinión, solo llegaría con el traspaso de las competencias necesarias a Augas de Galicia “o que caiga este Gobierno” central, que ayer no dudó en calificar de “asqueroso”.


Desde el Ayuntamiento cambadés entienden que todavía hay más caminos por explorar dentro de esa búsqueda de una solución política y, por ello, el alcalde, Samuel Lago, envió esta semana una carta a la directora general de la Costa y el Mar. En ella, explica los detalles y problemas de la canalización, solicitando al organismo que “reconsidere su decisión de no autorizar la obra”, “considerando que no incumple la normativa vigente, en la línea de lo informado desde la Demarcación Provincial de Pontevedra”. También la invita a visitar la zona y mantuvo más contactos con cargos socialistas en Galicia y Madrid, para tratar de convencer.


“Un cambio de criterio”

Justamente, la comitiva popular que ayer visitó As Patiñas se apoyó en este “cambio de criterio” de Costas: Un primer “sí” de su servicio provincial —cuyo informe favorable mostraron ayer los conservadores— y el posterior “no” en Madrid. “Eso no es un cambio de ley, si no de gusto. Y eso es arbitrario”, protestó Durán.


“Comisarios políticos”

El regidor se despachó a gusto con “la izquierda” que, dijo, “cuando gobierna, no hay ecologismo”, lo que para él probaría que los colectivos ecologistas “simplemente son grupos de presión que solo están para hacer política. ¿Habéis oído que alguno se quejase después de este vertido?”. “Los colectivos ecologistas son como melones: Verdes por fuera y rojos por dentro”, llegó a decir.


También cargó contra entidades como las mariscadoras o la PDRA, afeando que, mientras protestaron por los depósitos de Ferrazo o la mina de Touro, no lo hagan ahora ante este vertido. “¿Qué interés hay?”, dijo, “defender a quien les da de comer?” Fue incluso más allá al tildar al Gobierno de contrario al pluralismo político, hablar directamente de “dictadura” y acusar de ser “sus comisarios políticos” a los representantes de aquellos colectivos sociales.


El teniente de alcalde de Vilanova, Javier Tourís, planteó que existe una “doble vara de medir”, convencido de que si aquel vertido ocurriese tras la negativa de una administración popular a renovar el colector, “habería hoxe aquí pancartas, acampados, peches no Concello”. También dijo estar seguro del desembarco de políticos como el socialista Valentín González Formoso “visitando a zona cero do maior atentando ambiental”. Por contra, “non hai ninguén”, por lo que acusó a ecologistas y formaciones de izquierda de ser “os caladiños, os que chupan as subvencións”.

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