El alcalde de Ribadumia, David Castro, adelantó en el Pleno de esta semana que explorarán en la posible auditoría de la red de colectores, desde el bombeo de Cabanelas “cara atrás”, puntos de entrada de aguas pluviales al sistema también de otros municipios, como Cambados, Vilagarcía y Vilanova.
El asunto salió a debate al hilo de una pregunta del socialista Javier Mougán, que se interesó por los problemas de vertidos reiterados recientemente en el bombeo de Cabanelas, pese a la millonaria inversión para su mejora. El propio edil del PSOE planteó que separar fecales de pluviales podría ser una posible solución para reducir caudales de tratamiento y los alivios del sistema, que siguen produciéndose a pesar del aumento de procesado de este bombeo.
Castro avanzó que habrá una reunión entre representantes de todos estos municipios para buscar “solucións”, aunque también cree que los pasos siguientes han de darse hacia la separación de fecales y pluviales. El PSOE planteó entonces buscar inversiones de la Xunta, si bien el regidor ribadumiense señaló que “primeiro, a auditoría; despois pode vir a financiación”.
Por su parte, Somos Ribadumia emitió un comunicado sobre otro asunto tratado en aquel Pleno: la aprobación de la cuenta general de 2023.
Aunque el gobierno local presumió de cerrarla con un remanente de 1,1 millones, los de Sergio Soutelo ven el vaso medio vacío y señalan que esa anualidad se saldó con “un millón de euros en facturas sen pagar e con débedas de máis de 130 empresas locais e comarcais”. Además, afirman que “o remanente reduciuse á metade en só dous anos”. “En dous anos David Castro gastou os cartos de tres anos. Esta desviación entre orzamento e movemento real de cartos está motivada pola nula xestión do goberno”, opinan.