Vilanova ha perdido a uno de sus referentes culturales, un maestro para agrupaciones musicales de su localidad natal, pero también para otras de la comarca. José Luis Prado Afonso falleció ayer con 89 años y sobre todo deja un gran vacío en la Coral Polifónica de Vilanova, la Orquesta Pulso y Púa y el Orfeón de Voces Graves de Arousa, de las que fue director durante décadas. Pero además, desde la coral, "contribuiu ao rexurdimento da Festa do Momo, antes de que o Concello se fixese cargo de organizala", recuerda el cronista oficial de la villa, Benito Leiro.

La muerte de Prado Afonso también se llora en otras partes de O Salnés, pues su altruismo y amor por la música le llevó a colaborar con otras agrupaciones como la Coral Polifónica de Santa Mariña, de Cambados. Además de ser autor de varias composiciones. Y es que el vilanovés estuvo ligado al mundo de la música desde bien pequeño, debido a la trayectoria artística de la propia saga familiar, una herencia que hoy incluso sigue con sus hijos. 

El maestro debutó a los siete años en la Banda de Música de Vilanova, la conocida como la "banda dos Silleiros, de Vilamaior, pois había outra en Caleiro, a dos Santorum", cuenta Leiro. Más tarde, con 14 años, formaría parte de varias orquestas, recorriendo localidades de Galicia, España y Portugal. Fue uno de los principales impulsores de la creación de la Coral Polifónica del municipio, proyecto al que estuvo ligado durante treinta años, y durante más de dos décadas llevó la batuta de Pulso y Púa, mientras que en Voces Graves estuvo ligado a su dirección desde su fundación, en 2013. En 2016 dejaba la parte activa, pero nunca dejó de colaborar con estas entidades y con quien se lo pedía. Ese mismo año recibía un sentido homenaje en su municipio y el Concello le concedió la Insignia de Ouro e Brillantes de la Festa do Mexillón e do Berberecho. 

El funeral de Prado Oubiña tendrá lugar mañana sábado. El traslado desde el tanatorio de Santa María a la iglesia parroquial de San Cipriano de Vilanova tendrá lugar a las 17:30 horas. Posteriormente se procederá a su incineración en la intimidad familiar, según su esquela.