El millonario proyecto de la Praza de Abastos de Cambados sigue paralizado una década después de su anuncio. Una situación que el Concello quiere desatascar, tras iniciar a finales del año pasado los contactos para reactivar la financiación comprometida por el Estado y la Xunta, toda vez que Portos dio el visto bueno al Plan Especial de uso portuario. Así, el alcalde, Samuel Lago, y el edil de Comercio, Tino Cordal, se reunieron ayer con el conselleiro de Comercio, José González, y el director general de Consumo, Gabriel Alén, que se comprometieron a mantener la financiación al proyecto en el mismo porcentaje que en el convenio anterior, según señalaron desde el gobierno local. 

Un proyecto que se retoma al año 2014, cuando se hablaba de la construcción de un nuevo edificio y de 3,6 millones de euros que se financiarían entre el Estado, Xunta y Concello. Sin embargo, todas las administraciones concuerdan en la necesidad de reformular la actuación, tanto por volúmenes, como por precios, ya que en caso contrario el presupuesto se dispararía y lo haría inasumible. De hecho, no se descarta que el proyecto se quede en una reforma, tal y como aconsejaron desde la Consellería de Comercio. Para ello, recomendaron realizar primero un diagnóstico sobre el funcionamiento del mercado para diseñar “a posteriori” el enfoque del proyecto. “Unha actuación financiable ao abeiro dos apoios autonómicos para consolidar unha rede do selo de Mercados Excelentes”.

Precisamente, desde la Consellería apostaron por incluir la actuación en una línea de ayudas específicas para la recuperación de las Prazas de Abastos, una vez realizado dicho estudio. No obstante, en caso de que los fondos no fuesen suficientes al máximo especificado en dicha línea de subvenciones, también se firmaría un convenio bilateral para completar el importe, según explicó Lago.

En todo caso, el alcalde consideró “positivo” el encuentro, ya que, independiente de las vías escogidas, la Xunta se comprometió a mantener la financiación al ambicioso proyecto, al igual que en su momento hizo la Dirección General de Vivienda, en representación del Estado.

El Plan Especial, estancado 

Cabe recordar que para que la nueva Praza de Abastos —o la reforma ahora planteada— es crucial la aprobación definitiva del plan Especial de usos portuarios, al que Portos de Galicia dio el visto bueno a finales de 2024. Sin embargo, seis meses después, el documento aún no ha podido pasar por el Pleno municipal, paso crucial para desatascar la tramitación. Actualmente, sigue pendiente del informe técnico municipal y, posteriormente, tendría que realizarse uno jurídico y ser remitido a Urbanismo de la Xunta tras unos cambios en la planimetría del proyecto y, posteriormente, ser aprobado por el Pleno.

Un proceso que, a priori se prometía ágil tras una década de espera, pero que se mantiene estancado, en buena parte por la saturación del departamento de Urbanismo del Concello, que mantiene una vacante de arquitecto técnico que actualmente se está tratando de cubrir para desatascar este y otros proyectos que se mantienen a la espera.

Ampliación del polígono 

También movió ficha ayer el Concello para avanzar en la ampliación del polígono industrial de Sete Pías y, en concreto, en los cambios urbanísticos que permitan dicha demanda y que fueron discutidos en una reunión con la Consellería de Emprego. Los terrenos que ambiciona el proyecto son fincas particulares y las opciones pasaban por una modificación del Plan Sectorial de Ordenación de Áreas Empresariais autonómico o, por otra parte, de una modificación puntual de las normas subsidiarias que rigen el urbanismo en la localidad; opción que ambas administraciones y técnicos concluyeron como la más viable, además de un estudio “máis detallado”.

En la reunión estuvieron presentes el regidor, Samuel Lago, el edil de Industria, Tino Cordal, el arquitecto técnico del Concello y Laura Rivas, directora de proyectos de Zona Franca de Vigo, con quien el Concello, una vez resueltas estas actuaciones previas, firmará un convenio de colaboración para poder ampliar las instalaciones en unos 231.000 metros cuadrados, lo que supondría duplicar la superficie actual. Un trámite que se prevé largo, pero del que ya se empiezan a quemar etapas.