Jorge Labandeira en Bomoble

Con el título “¿Qué le hace seguir adelante?” , la galería Bomoble ofrece una muestra de Jorge Labandeira (Madrid, 1989), licenciado en Comunicación Audiovisual y Publicidad y máster de diseño por la Universidad Politécnica de Madrid; ha creado Mireiq, estudio experimental de diseño, y la marca de cerámica Kitsubi basada en la filosofía del Wabisabi; también ha estudiado grabado calcográfico en la Fundación CIEC de Betanzos. Se trata pues, de un artista inquieto que busca continuamente horizontes de expresión. y trata de indagar en las motivaciones de la creación y la relación que los objetos establecen con la persona; de ahí, quizá, ese interrogante que da título a la exposición y que es todo un planteamiento ontológico que le lleva por variados derroteros estéticos que van del expresionismo a la geometría y de un cierto informalismo simbólico a sugerencias pop o, incluso, evocan aspectos del art autre y del art brut; también está presente lo matérico en algunos cuadros en los que mezcla el acrílico con serrín. 
 

Sus creaciones, no exentas de ironía, se presentan, así, como una incógnita o como un relato, que los amplios títulos avalan, abierto a variadas interpretaciones. El cuadro. “La memoria me está pegando”  es toda una declaración de la extrañeza y del desconcierto que toda persona carga en su interior, representa un fragmento de distorsionado rostro color azul turquesa, de ojos reducidos a dos círculos y enorme boca rosa, junto al cual una gran bola negra emite ondas y rayos. De la condición mortal y de la cosificación de lo humano habla  “Pobre hombre hecho alfombra”, una xilografía que representa un morado cuerpo tumbado sobre un suelo amarillo, que deja ver partes del esqueleto. 
 

Con un lenguaje próximo al comic “Un coche a tope de gasolina en una galería”  hace guiños a la imaginación infantil  donde todo lo insólito es posible y a lo que esta aporta a la creación, pues establece un contrapunto entre un rincón con juguetes y la esquina de una galería de arte en la que penden dos cuadros. 
 

De las insinuaciones formales que se derivan de la contemplación de las apariencias abiertas de la naturaleza habla la  obra “La serpiente se ha maquillado” que puede verse como metáfora del deseo, aquí expresado por lo que podemos imaginar como un ondulante perfil blanco de mujer enfrentada a un gran plano azul con forma de reptil de voraz boca y rodeada de serpenteantes manchas de color amarillo, violeta, verde y rosa.. De los retorcimientos y esfuerzos imposibles a los que obliga la condición humana predica “El hombre que tiene la cabeza en el suelo”. 
 

También de lucha y de pathos da fe  “Ya la dijo su madre que no torease en plena ola de calor” y “Unos pocos miuras más asustados que bravos”, bella composición de vibrante color donde los cuernos se curvan como festivos y acogedores cuencos. “Te olvidaré aplastándote” resume, en un contrapunto de escenas compuestas a modo de polícromo puzzle,  la capacidad fabuladora  del creador que  es capaz de abrir las compuertas de fabulosos universos transformándolos en arte.

Jorge Labandeira en Bomoble

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