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miércoles | 15 mayo | 2024
Ravella formalizó la semana pasada el nuevo contrato de la basura con la empresa Urbaser para su entrada en vigor antes del 18 de mayo. Supondrá la modernización y mejora del servicio, pero además incluye la limpieza viaria y nuevas prestaciones como puntos limpios móviles y la recogida de residuos de aparatos electrónicos y eléctricos y de cartón comercial puerta a puerta, e incluso de restos de podas domésticas. Pero una de las cuestiones más relevantes es la gestión de los biorresiduos, implantando el contenedor marrón que cumplirá las nuevas normativas, pues se tratará de una conversión en compost en lugar del sistema tradicional de incineración.
Se trata de uno de los contratos municipales más importantes, por lo que supone para la ciudadanía y también por el montante: 43 millones durante ocho años, con un pago anual de casi 4,8 millones de euros a la adjudicataria, que ofertó una reducción anual de algo más de 100.000 euros respecto al precio de licitación.
Una vez que el nuevo contrato entre en vigor, Urbaser dispondrá de un año para implantar todos los servicios y maquinaria y equipamientos previstos en los pliegos para ejecutar su trabajo. Además de encargarse de los residuos sólidos, asumirá la gestión de los envases ligeros y del papel y cartón. Por los primeros, el Concello tiene firmado el convenio de Ecoembalajes que permite obtener un beneficio económico, puesto que son residuos que ganan una segunda vida con el reciclaje. En este caso se lo quedará la concesionaria, a modo de “compensación económica” y en el caso de los aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), será para el Ayuntamiento.
La concesionaria debe renovar los contenedores y combinará los de carga lateral con los de carga trasera. Instalará los llamados puntos de aportación, que constan, como mínimo de uno de fracción resto, otro de envases y uno de papel. El gobierno de Alberto Varela pretende incrementar las cifras de reciclaje, así que busca dar facilidades a la población. De este modo, en el centro urbano deberá haber, por lo menos, uno de estos por cada 100 habitantes y a menos de 70 metros a pie del 95 % de los usuarios (excepto en zonas peatonales). En el entorno rural y periurbano, la medida son 25 habitantes y la distancia, menos de 100 metros.
El nuevo contrato también mejora las frecuencias de recogida y estipula que en el centro debe ser diaria en zonas con gran actividad de hostelería y comercial y para el resto, de un mínimo de seis días a la semana. Para el rural, se ajustará entre 2,5 días a la semana en invierno y 3 días por semana en verano.
Respecto a los nuevos servicios, como los puntos limpios móviles, servirán para desechar desde aceites, ropa, hasta bombillas, botes de pintura y los aparatos RAEE, y tendrán cuatro ubicaciones rotatorias. Esto no sustituye al servicio de recogida de voluminosos a las puertas del domicilio. También se crea la recogida de cartón puerta a puerta para comercios, una medida implantada ya en otras localidades como Cambados. Las frecuencias de las recogidas serán de cinco y tres días a la semana, en función de diferentes épocas del año.
Respecto a los biorresiduos, la basura orgánica, es uno de los “principales retos”, pues supone un cambio para los usuarios, que deberán dejar de echarla en el tradicional contenedor de resto, el verde. Para ello se extenderá el contenedor marrón y Ravella ya ha dado pasos en este sentido con grandes productores como la hostelería. Hay una primera fase de un plan piloto que atañe a estos y algunas viviendas con el objetivo de obtener datos de respuesta de los usuarios, aportaciones, etc. Para tener una base con la que implantar la fase dos en la que se extendería a todos los usuarios.
En cuanto a la limpieza viaria, incluye lo habitual de barrido y baldeo de calles y calzadas, pero se extiende a la retirada de carteles, eliminación de pintadas, etc. Y habrá prestaciones complementarias y especiales como el refuerzo en la época de caída de las hojas y la limpieza de las playas. Además, se implantará un sistema informático de gestión para controlar y analizar el servicio y hacer ajustes.
