Las medidas de calmado de tráfico –con la construcción de badenes o “lombos”– no están funcionando en todos los puntos de Vilagarcía para preservar la seguridad vial. Al menos eso es lo que creen los vecinos de Cornazo, que han colocado carteles alertando de la peligrosidad de que estas actuaciones no hayan sido debidamente señalizadas. Este curioso acto de protesta puede verse en concreto en la Rúa Revelle, en esta parroquia del rural vilagarciano, al entender que sobre todo de noche, es imposible percibir la protuberancia en el asfalto y si el coche va a una cierta velocidad las consecuencias pueden ser fatales. En los carteles se rezan frases como “Ollo co salto que partes a crisma”, dado que los usuarios de estos viales entienden que – al menos mientras no se lleva a cabo la señalización y el pintado de estos badenes– sería necesario advertir con alguna señal del peligro que puede suponer para los conductores.
Cabe recordar que el Concello de Vilagarcía aprobó hace unos meses llevar a cabo la construcción de una decena de badenes en viales del rural. La intención no es otra que garantizar sobre todo la seguridad de los peatones en unas vías que muchas veces son utilizadas como “alternativa” al centro y en las que los vehículos alcanzan velocidades por encima de lo permitido. De hecho muchos de los badenes se colocan en puntos que han sido reclamados específicamente por los vecinos, que son los principales afectados. Estos nuevos “lombos” no solo están en Revelle, sino también en Adro (también en Cornazo). Además se construyen en Pazo y Lago (Rubiáns) Caño Real de Badiña, Bouza Xusta, 8 de marzo, O Pomar y Antuin (Renza); Carballos (Cea); Depuradora (Trabanca Badiña) y Cinco (en A Rosaleda).
Ya en años anteriores se habían llevado a cabo medidas similares en otros puntos de las parroquias del rural y, además, el Concello pidió a otras administraciones con competencias en carreteras que atendiesen también a las demandas vecinales en esos puntos.