No hacía ni unas horas que se había ido y Pilar Blanco Vila ya llenaba las redes. Mensajes de sus hijos, de las asociaciones en las que estuvo y de algún que otro "nieto" que le ganó a la vida, a golpe de fogones y cariños.
Las redes despedían a Pili, emblema de un sector, el comercio, muy significativo en la identidad vilagarciana. Fue comerciante, hija de comerciantes, madre de comerciantes. Segunda generación de Moto Bazar. Directiva de Centrotiendas, de la que luego saldría Zona Aberta, que hoy preside su hija Rocío. Activa también en la organización de cuanto evento hubiese, como la Noite Meiga o el torneo del CB.
Fue abrazo y sostén de varias generaciones. El Pilar de la familia Blanco se toma un descanso y su marcha deja mucha tristeza. Pero aquellos que se quieren siempre logran encontrar rincones en los que quedarse para siempre. Pili tendrá muchos, porque muchos la quisieron.