EL TURISMO SE ANIMA UN POCO

Tal vez uno de los mejores medidores extraoficiales para conocer el estado de ánimo de la sociedad (y de paso el económico) sea el volumen de reservas para las cenas de Navidad y fin de año. Y al parecer se nota un crecimiento en la demanda.
Además, a esto hay que añadir que las cifras de ocupación a lo largo del presente año han sido buenas. Sin embargo, en este caso, el problema al que se enfrenta el sector en la comarca es que para conseguir que no se desplomaran las reservas optaron por rebajar el precio de las habitaciones, algo que pudieron variar durante la temporada alta.
Lo que parece claro que no volverá es aquella costumbre de pasar largas estancias en los hoteles. Para los profesionales, ahora la gente perfiere escapadas de dos o tres días en lugar de optar por períodos más extensos y es precisamente esta circunstancia la que más puede perjudicar a los establecimientos durante diciembre, ya que el calendario ha querido que los días festivos sean menos de los habituales, lo que se traducirá en menos pernoctaciones.

EL TURISMO SE ANIMA UN POCO

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