Vida y política

Siempre entendí que la vida era una sucesión de pruebas a superar y de oportunidades que aprovechar o dejar pasar. La política es siempre el fiel reflejo de la vida de las personas. Hay políticos y políticas, en todos los sentidos del término, que representan un abanico infinito de modelos, de formas de ser y de maneras de entender este gran servicio ciudadano. Evidentemente también hay ovejas negras que han hecho un daño irreparable en la percepción ciudadana a una herramienta fantástica que hemos dado en llamar “LA POLÍTICA”.
Todo en esta vida es política y hasta los que presumen con amigos de que no les interesa, están siempre pendientes de ella porque todo nos afecta y todo está relacionado. Vivimos momentos tensos e intensos, aquí y en Madrid, en Pontevedra y en Bruselas y todo lo que se decide en el concierto internacional nos afecta hasta en el barrio más tranquilo del pueblo en el que vivimos nuestras vacaciones de la niñez.
Esta semana ha sido una de esas semanas que te cambian la vida. Hay llamadas y conversaciones que precisamente por ser inesperadas tienen mucho más valor todavía. Esta semana me han dicho que habían pensado en mí para ocupar el tercer puesto en la lista de mi partido para el Congreso de los Diputados, y por extensión, de todos los españoles. Confieso aquí, en estas líneas, que sentí un vértigo enorme y una enorme sorpresa. Se me han agotado las gracias de tanto darlas, pero quiero que quede también por escrito. Gracias a mi partido y gracias a todos aquellos que pensaron en mí y en mi labor durante los últimos años en Vilagarcía. Me lo tomo como una responsabilidad como nunca antes he tenido. Los que me conocen en persona saben que cuando me embarco en un proyecto lo hago al mil por cien y que no me ahorro ni un solo esfuerzo. Y así seguiré, porque como dice la canción “nunca cambiaré”…
Yo soy de las que me he sentado ante el ordenador durante horas a ver sesiones de control al gobierno. Soy de las que siempre intenta buscar en los planos de los informativos a las caras más conocidas. Soy de las que cree que bajando la Carrera de San Jerónimo, dentro del hemiciclo, reside la soberanía nacional. El mero hecho de poder ser una de los 350 representantes públicos de todos los españoles es lo suficientemente importante como para que tu vida dé un vuelco… y la mía ya lo ha dado. Estos días he viajado atrás en el tiempo y he experimentado sensaciones de felicidad y respeto por lo nuevo que ya había vivido antes, pero en contadas ocasiones. Mi familia ha sido el gran apoyo de estos años y la que me lo ha dado todo durante todo este tiempo. Y mis amigas y amigos, y tod@s mis compañer@s de partido. Esta nueva aventura también va por ellos.
Se avecinan tiempos complicados, situaciones delicadas y escenarios en los que habrá que estar a la altura. Hay nuevos partidos, fuerzas que pierden fuerza, y equipos como el de Pablo Casado que llegamos a este nuevo envite con la firme convicción de dar una nueva oportunidad a una nueva España. Solo voy a decir que Vilagarcía, O Salnés y toda Pontevedra van a tener un altavoz en Madrid que va a pelear, con la ley y la Constitución en la mano, para que lo que allí se decida tenga repercusión en este mágico rincón del mejor país del mundo. Siempre digo que “ya queda menos” y hoy esas palabras adquieren una nueva dimensión. En poco más de un mes tenemos cita con las urnas y con la historia. Yo doy un paso al frente y confío en que todos lo demos para que España siga siendo el gran país que es, aunque algunos quieran trocearlo. Seremos el muro de contención y el motor que empuje a los españoles hacia un futuro mejor.

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