Hoy concluye el plazo para presentar alegaciones a nivel municipal contra el parque eólico que se instalará en el monte Xesteiras, entre Cuntis y A Estrada; onde aerogeneradores que para el colectivo O Fervedoiro representan una amenaza para la flora, la fauna, el paisaje y el patrimonio. La asociación, en colaboración con Naturgalicia, advierte del impacto que supondrá este parque y por ello “non podemos nin debemos calar” por lo que alzan la voz contra el “expolio ambiental” y contra la dinámica de las administraciones de “contemplar o vetusto como pedras que estorban ou os animais como pezas de zoolóxico”.
La colocación de los molinos de viento en el Xesteiras conllevará, denuncia O Fervedoiro, “a destrución de ecosistemas moi ricos, como brañas de montaña e lagoas”, el movimiento de cantidades “inxentes” de tierra y la apertura de viales para el acceso de maquinaria pesada. Actuaciones estas que “axudarán a escorrentar a fauna autóctona. Quen negue que isto non ha afectar a mamíferos como os cabalos salvaxes estará a negar unha evidencia” ya que en la zona el ruido de los aerogeneradores “será enxordecedor”. Asimismo, el parque amenaza a “especies vexetais e animais”, como aves o anfibios “teoricamente protexidos”.
No se olvida O Fervedoiro del efecto visual ni de la repercusión sobre el patrimonio histórico-artístico. En cuanto a lo primero, el paisaje se verá distorsionado, ya que “o Xesteiras non será o mesmo coa instalación de once aeroxeneradores que se erguerán dende as proximidades da Pedra da Águia até a dorsal que discorre polo val de Vea”. En relación al patrimonio, aluden a la presencia de un “posible abrigadoiro natural de época prehistórica” localizado en la propia Pedra da Águia. Pero sobre todo, están convencidos de que el parque eólico “afectará en alto grao aos testemuños megalíticos existentes”, como una mámoa y su dolmen, que “case seguro que serán desfeitos”. Censuran que el proyecto no tenga para nada en cuenta los vestigios de la Edad del Bronce existentes —“petroglifos que teñen un grao de protección BIC”— ni los castros y restos de monasterios y fortalezas medievales.
La asociación cuntiense se muestra, finalmente, en contra de la “política catastrófica” que desde hace años se sigue en Galicia en lo que se refiere a la explotación de los recursos energéticos, “orientada cara unha perspectiva privada, sen que nada revirta directamente na sociedade”.