El compostelano cementerio de Boisaca fue ayer escenario de un nuevo homenaje a Valle-Inclán, el día en que se cumplieron 81 años de su fallecimiento. Frente a su sepultura volvieron a reunirse autoridades del mundo de la política y la cultura, en un acto promovido por la vilanovesa Fundación que lleva el nombre del creador del esperpento.
Su vicepresidente, José Juan Durán, estuvo arropado por el conselleiro de Educación, Cultura e Ordenación Universitaria, Román Rodríguez; el director xeral de Cultura, Anxo Lorenzo; representantes del Concello de Santiago, de la Cátedra Valle-Inclán de la Universidad compostelana, del Museo de A Pobra; de Amigos de Valle-Inclán, con su titular, Joaquín del Valle-Inclán Alsina, nieto del dramaturgo ayer recordado; miembros de la Fundación, Escuela de Teatro y un largo etcétera.
El conselleiro y el vicepresidente de la Fundación destacaron la importancia de la obra de Valle. Durán indicó que ahora, con el 81 aniversario del fallecimiento del vilanovés, sus obras pasan a dominio público, lo que permitirá “que se multipliquen as posibilidades de difusión” de las creaciones y de la propia figura valleinclaniana.
Román Rodríguez subrayó la “importante trascendencia” del escritor, “un dos grandes personaxes universais da creación literaria”, por lo que insistió en su carácter “profundamente galego” y al tiempo “tremendamente universal”.
balance
Ambos realizaron ayer un pequeño balance de los actos organizados y celebrados en 2016, Año Valle-Inclán, en el que se conmemoró el 150 aniversario de su nacimiento.
José Juan Durán destacó actividades en los campos de la “divulgación, editorial, nos certames e as ensinanzas en arte dramática” y espera que “o pulo acadado pola efeméride permita afondar, aínda máis, na investigación científica, a posta en escena de novos proxectos teatrais” y otras iniciativas culturales sobre el más ilustre vilanovés.