Una segunda vivienda de O Corgo fue víctima de dos robos sin botín y con múltiples daños en un mes

Una segunda vivienda de O Corgo fue víctima de dos robos sin botín y con múltiples daños en un mes
Los ladrones rompieron la reja, el cristal y la contra de una ventana de la casa | Chechu Río

Una segunda vivienda situada en el paradisíaco lugar de O Corgo, en la parroquia ribeirense de Corrubedo, fue víctima de dos robos en el último mes y en los que los ladrones no se llevaron botín alguno, pero en ambas ocasiones causaron importantes daños materiales para acceder al interior del inmueble, pues la reparación de los últimos destrozos ascenderá a unos 1.500 euros. El último de esos sucesos tuvo lugar en la madrugada del martes al miércoles y los cacos accedieron a la misma, al parecer, tras abrir un agujero en una malla metálica que separa esa finca de la de otro inmueble contiguo al que también entraron esa misma noche y del que sustrajeron latas de conservas.

El último suceso se registró un mes después de que el pasado 10 de mayo los ladrones reventaron un candado del portalón del cierre de la parcela, para seguidamente arrancar por completo la verja de acero inoxidable y también la puerta de entrada a la casa, que palanquearon hasta destrozarla, al igual que hicieron con el marco de la misma. En esta ocasión, se cree que accedieron desde la vivienda contigua y que de ella cogieron varios objetos contundentes con los que rompieron, al parecer con unas tablas de madera y troncos largos, la reja de aluminio de la ventana de un dormitorio y reventaron los cristales y la contraventana, que golpearon con una vara metálica, para luego entrar a la casa, de la que no se llevaron nada tras dejar todo bastante revuelto. Al lugar acudieron patrullas de las Policías Local y Nacional y la unidad científica de la comisaría, que recogieron huellas y pruebas, así como tomaron fotografías, que permitan avanzar en el esclarecimiento de estos robos.

Una vecina de una casa contigua fue la que en las dos ocasiones les avisó de lo sucedido a los dueños de esta segunda vivienda. Estos últimos, pese a que son conscientes de que están algo apartadas de la gran mayoría de las casas, advierten que hay dos habitadas que no están demasiado lejos, se sorprenden de que nadie escuchase nada del tremendo ruido que debieron hacer para romper la reja y la ventana. Además, los propietarios de esas segundas viviendas añaden que acuden con frecuencia a ellas, y casi a diario en esta época, pues la están preparando para pasar allí la temporada de verano, y el martes estuvieron en ellas hasta las nueve de la noche. Y precisan que aunque se trata de una zona apartada, acuden con bastante asiduidad surfistas, pescadores y percebeiros, por lo que tampoco se puede decir que no es un lugar frecuentado y que permita que lo cacos actúen con impunidad. 

Una segunda vivienda de O Corgo fue víctima de dos robos sin botín y con múltiples daños en un mes

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