La campaña de la vieira en Arousa se aproxima al final con el triste récord de ser la peor del último lustro

Rianxo le pone fin y Cambados pide seguir una semana más; juntos han extraído unas 44 toneladas
La campaña de la vieira en Arousa se aproxima al final con el triste récord de ser la peor del último lustro
Imagen de archivo de descarga de vieira en el puerto de Tragove, en Cambados | MÓNICA FERREIRÓS

La campaña de la vieira está llegando a su fin en la Ría de Arousa  y, marcada por la escasez, va camino de convertirse en la peor del último lustro. La Cofradía de Rianxo ha decidido ponerle fin y la de Cambados ha solicitado a la Xunta la continuación durante una semana más, también para ver si hay opciones de estirarla posteriormente. No obstante, ambos pósitos destacan su ánimo de no forzar el recurso para garantizar las siguientes. 


Desde su comienzo, el 2 de diciembre, las flotas de ambos planes han extraído algo más de 44 toneladas en 29 días de faena y de quedarse en esta cifra, sería la producción más baja de las últimas siete campañas. La correspondiente a 2020/21 también fue mala, pero con 17 días menos se quedó en diez toneladas por debajo (superó las 30), y está muy lejos de las 77 de su predecesora o de las 103 toneladas excepcionales de la de 2022/2023, e incluso de los 80.000 kilogramos acostumbrados antes de la pandemia.


La producción se ha vendido mayoritariamente en fresco para las fiestas navideñas. La empresa de la cofradía cambadesa siempre aprovechaba estas fechas posteriores para hacer un stock en congelado de por lo menos 30 toneladas para cubrir la demanda el resto del año. Y en esas está Porto de Cambados, pero desde luego no se aproximará a esa cantidad. Los barcos han parado estos días por el temporal, pero los anteriores siguieron estando marcados por la escasez, no llegando en ningún caso al tope de 3.000 kilos diarios.

 

Quejas

Las mejores jornadas se contaron con los dedos de una mano y en las más recientes, las cantidades han sido mínimos incluso de no llegar a mil kilos, también porque hay barcos que han desistido. De hecho, no se recibió de buen agrado una jornada de extracción en Sálvora que “foi un día perdido de traballo porque estaba cheo de nasas, así que os mariñeiros tiveron que volver e estaban molestos. Sempre se manda aviso ás confrarías para evitar isto”, se quejó su patrón mayor, Alejandro Pérez. 


Su Pósito estaba ayer a la espera de la resolución de la Consellería do Mar para retomar a partir del próximo lunes; con unos días más en la zona IV, que siempre da buenos resultados, y después combinar algunas jornadas en las II y III. “En principio sería para continuar unha semana máis e logo ir valorando, pero o recurso noutras zonas non dá para facer o tope e é certo que a consellería indica que ao pasar das corenta toneladas, non é recomendable seguir para non sobreexplotar o recurso, así que a decisión sempre se tomará tendo en conta a viabilidade”, añadió Pérez. 

 

Miguel Iglesias: “Se nos xulgou por facer un plan, que iamos acabar coa Ría, e está claro que non é a nosa intención”


La misma postura mantienen en Rianxo, donde también pararon el pasado jueves por el temporal, pero la flota ya no volverá a salir. La principal causa es que a los barcos ya no les estaba compensando esta falta de bivalvo que aún ha sido más acusada en su caso, debido a la configuración de su flota. Pero también porque llegados a estas alturas de bajada de la demanda, “queremos que o recurso aguante para o futuro. Se nos xulgaba por facer un plan propio, que iamos acabar coa Ría, e está claro que non é a nosa intención”, manifestó su patrón mayor, Miguel Iglesias. El rianxeiro se refería así a ciertas fricciones vividas este año por la separación de la campaña en dos planes. 


A pesar de que esta primera experiencia de vender a otra empresa, y no a la cambadesa, se ha visto ensombrecida, Iglesias expresó su deseo de repetir el próximo año y “agradeció a comprensión” de Artesa Rías Baixas, “pola confianza depositada en nós e por manter a súa palabra, xa que houbo momentos en que collernos a vieira casi lle daba máis gasto que beneficio”, explicó. 


La campaña de la vieira podía haber sido un respiro para el inicio del año en ambas cofradías, marcadas por la grave crisis que atraviesa el sector del marisqueo y la consiguiente debacle de las venta en lonja, donde es su principal sustento. Lo mismo se esperaba del choco, pero el arranque de la campaña del trasmallo también ha sido bastante negativo. Así que se prevén unos meses de febrero y marzo también difíciles en las rulas. Para Pérez solo hay un “pouco de esperanza” con la sardina, en primavera, y pensando a más largo plazo, que se ha visto bastante cría de volandeira en la zona III. 

 

 

La campaña de la vieira en Arousa se aproxima al final con el triste récord de ser la peor del último lustro

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