Caminando por la vida lleva más de veinte años el asturiano Ramón Melendi Espina, más conocido por su primer apellido. Y estos días, en Portas, fueron muchos los que creyeron caminar por las nubes. Así se sintieron en un Portamérica que rozó el cielo y que se puso la medalla de oro en una edición de lo más concurrida y con público intergeneracional y variado en gustos.
Precisamente ayer fue una de las jornadas más destinadas a aquellos que constituyen una esencia importante de los festivales y los sostienen más allá de modas y burbujas: Los “cuarentones” indies, que derrocharon entusiasmo con grupos como Viva Suecia o Sidonie.
Aunque Portamérica demostró, sobre todo, ser un espacio para todos, con un público infantil totalmente entregado a la argentina Emilia el pasado viernes hasta otros ya más entrados en canas, que viajaron por sus recuerdos con Duncan Dhu. Una edición que brilló con luz propia.