Hosteleros de Vilagarcía, Vilanova, A Illa y Cambados anuncian que no abrirán sus puertas mañana. Lo hacen para “facerlle entender á Xunta de Galicia que estamos feridos de morte” y también como única salida ante una situación que, explica Yayo Daporta, les deja “indefensos”.
“Fumos adaptándonos a todas as situacións. A distancia entre mesas, non vale de nada; o control exhaustivo de equipos e desinfección, non vale de nada; os medidores de CO2, non valen de nada”, se lamenta el restaurador cambadés, que señala que “á mínima que sae un brote nun supermercado, nun colexio ou nunha fábrica, o que pechan é a hostalería”. Ahora, se ven abocados a un nuevo cierre de los interiores.
Desde Ahituvi señalan que sus negocios son “seguros”. También en este argumento incide Daporta, que señala que no se produjo ningún contagio en el sector. “Aínda que saibamos que hai algún negocio puntual no que no se fixeron as cousas ben”, reconoce Ahituvi, que señala que la mayor parte demostraron en los distintos cribados que no son los focos de contagio. Un argumento que defienden tanto desde el sector como desde las instituciones. La Mancomunidade do Salnés emitió ayer un comunicado en el que muestra su solidaridad con los hosteleros y señala que, con los datos en la mano, “a maioría dos contaxios prodúcense no ámbito privado e familiar”. Por ello, el organismo que preside la socialista Marta Giráldez solicita un cambio de criterio en las medidas. Restricciones que el regidor de Vilanova, el conservador Gonzalo Durán, define como “trasnochadas”. Además, anuncia que los servicios jurídicos del Concello están estudiando la forma de salirse del convenio con Xunta y Fegamp para las acciones por el coronavirus. “Es un daño económico que no se puede consentir. No vamos a colaborar con esto”, dijo Durán.
El regidor hizo las declaraciones en una concentración de apoyo al sector. En Cambados, hubo otra protesta secundada por un buen número de hosteleros, por el gobierno local y por toda la oposición. El sector ya anuncia que, además del cierre de mañana, habra otras medidas de protesta. Y es que este nueve cierre llega, precisamente, en plena temporada turística, tras asumir durante todo el año “unhas pérdidas brutais”, en palabras de Daporta, que señala que las ayudas no llegan ni para minimizar lo perdido y que “a última oportunidade que temos é este verán”. “No es normal que te duela un dedo y te corten una oreja”, señala Javier Jorge, hostelero de Vilanova, que pide la solidaridad de trabajadores del sector de otros municipios. Hosteleros, concellos y Mancomunidade creen que estas restricciones no se adaptan además a la situación actual, con casos menos graves y estabilidad en los hospitales.
El cribado realizado en Vilagarcía muestra la gran incidencia que tienen los contagios entre los más jóvenes. Y es que aunque solo acudió el 46,15 % de los 2.000 citados de 20 a 29 años, se registraron un total de 19 positivos, lo que supone el 2 % del total. Estos datos elevan a 113 los casos activos en el municipio. Suben también seis más en Cambados; siete en Sanxenxo, con 24 y dos en O Grove y Meaño, que tienen 8 y 7 casos, respectivamente. En A Pobra, la incidencia se acerca al tramo de 250 casos por cada cien mil habitantes.