El robo en un céntrico restaurante de Ribeira eleva la preocupación entre los empresarios del sector

La preocupación en los sectores hostelero y de restauración de Ribeira va en aumento por la sucesión de robos. La última víctima ha sido el restaurante El Gourmet Alján, en la Avenida Miguel Rodríguez Bautista, en pleno centro de Ribeira y a escasos metros de la antigua comisaría. Fue un cliente de ese negocio al que, en torno a las once y media de la mañana de ayer, le llamó la atención que una ventana de la fachada delantera estaba abierta, pues era conocedor de que estaba cerrado hasta mañana debido a que sus propietarios se fueron de vacaciones.

Al sospechar que pudieron robarles, acudió a la Policía Local para informarla de lo ocurrido. Una patrulla acudió al lugar y, por otro lado, un agente contactó con los dueños para comunicárselo. Después llegaron dos patrullas de la Policía Nacional, además de la unidad científica, que tomó fotografías y recogió huellas en la ventana e interior del restaurante, al que pudieron entrar con las llaves que les dejó un empleado. Además, se ha sabido que en torno a las siete de la mañana el dueño de El Gourmet Alján temió que algo pasara, ya que se activo la aplicación de la alarma del local. Entonces despertó a su pareja y le dijo que les robaran, pensando ella que fuera en el hotel donde se hospedan, pero él precisó que fuera en el restaurante. Lo que les sorprendió fue que la central de alarmas no llamó a la Policía Nacional al no poder contactar con ellos, por lo que ahora tratará de que les expliquen lo que sucedió.

Se sospecha que los ladrones entraron a El Gourmet Alján tras escalar por un portalón que da acceso desde la calle a la terraza, luego a través de una ventana posterior y se colaron en el interior del local. Los policías se encontraron todo revuelto y la máquina tragaperras completamente reventada, y de la que los cacos sustrajeron su recaudación. Para abandonar el restaurante, los ladrones abrieron una ventana y persiana de la parte delantera, que fue lo que hizo levantar sospechas del cliente por lo ocurrido.

Aunque será necesario aguardar a que regresen los dueños y hagan inventario de lo que les robaron para determinar el botín, se sabe que los amigos de lo ajeno se llevaron un ordenador y el cajón de la caja registradora. Los cacos arrancaron una cámara que hay en la zona de caja, pero podría haber otras grabaciones que captaron la escena del robo, y que serán analizadas por los investigadores. Se está a la espera de conocerse si los ladrones se llevaron el contenido de las cajas de cobro. Fuentes cercanas a los propietarios indicaron que, por ahora, no echan en falta botellas de bebidas alcohólicas, ni marisco, ni otra mercancía.